jueves, 24 de julio de 2008

Un día buscando la felicidad un joven, recorrio tiendas y tiendas en busca de algo que le llenara, pero ni las ropas, ni las comidas ni las joyas le llenaron. Luego decidio escuchar música pero esto no arreglo nada, despues decidio ir al cine, pero tampoco encontro la felicidad. Un momento, solo un momento que hizo que su vida fuera eterna, fue el momento en el que la encontro, el la miro y sabía que había algo especial en ella. El día que fue capaz de encontrar la poesía en su cuerpo, ese fue el día que encontro la felicidad.
Alguién dijo una vez que la revolución, no solo nos dara el derecho al pan sino también a la poesía, nada chichos a encontrarla.

1 comentario:

S. Christian dijo...

A veces, cuando la noche llega sin avisar, cuando el día parece un espejismo, es cuando la oscuridad se abre paso y vemos que en la habitación solo hay silencio y oscuridad. Solo tú, la noche, el silencio... es ahí cuando es posible que la poesía desborde los confines de tu alma para llenar unas líneas de poesía, es ahí cuando la vida comienza a cobrar sentido y la belleza del mundo amaga por sepultarme en un manto de silencio y oscuridad. Sublime, íntimo, tan hermoso como efímero.