viernes, 22 de marzo de 2019

El Perfil del Espejo

Una mirada rota,
un cantico quebrado
miradas que quiebran,
canticos rompen cadenas.

Una excusa para no oír mi voz,
voz que se oye sin mover los labios,
regurgita contra las palabras vacías del mundo.
Un niño que se salta la escuela
y la escuela le asalta a él.

Un payaso con barba de rabino,
un rabino que no sabe hacer el payaso.
Un psiquiatra psicópata que mata neuronas.
Las neuronas de psicópatas
que adulteran los psiquiatras,
matan tanto porque van dopadas.

Vagabundos, vagamundos
que se ríen de las corbatas.
Compran corbatas al peso
para crear una mortaja,
y amortajan con sonrisas las cuentas de “la plata”.

Son sus reglas las que dicen
que la “infancia” es “condena”
esas reglas se enraízan en arenas movedizas.
¡Que piensen las raíces, que se remuevan las arenas!

No te engañes, no te juzgues,
compón sin penas, juega sin reglas.
“Acaricia tu infancia para que fluyan tus venas”

Caminando cargado con los pesos pesados.
¡Le pese a quien le pese!
Sin huir hacia adelante,
aprendiendo del pasado,
sin lenguaje algodonado.

Caminando cargado con los pesos pesados.
 ¡Le pese a quien le pese!
Construyendo futuros,
contra tropiezos,
sobre sus saltos,
desde sus fallos.

Sin cronómetros al lado,
sin controlar lo facturado,
sin sobresaltarnos por el despertador
con ataques al corazón.

Sin palabras de caridad vacías
sin dar crédito a sus tarjetas.
sin sus barreras y sus controles,
sin comprar al peso perdones.
Con palabras por facturas
como pago las sonrisas,
sin tarjetas de regalo,
sin comisiones, sin misas.

El sol ya te despierta,
vuelas con tus manos,
sobre las nubes de colores,
circulando sin fronteras
a donde el viento te lleva.

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